Cuando supe que Rulo iba a grabar voces en una canción mía pensé en la cantidad de veces que había cantado yo las canciones de La Fuga en los bares de Salamanca o en mi habitación de adolescente. Imposible calcularlo… Recordé también cuando, después de comprar el primer disco de «Rulo y la Contrabanda» en la tienda Long Play de la Rúa, fuí a la firma de discos que hizo esa misma tienda. Aún conservo la firma.
Y por todo esto me hizo mucha ilusión pasar una mañana grabando a su lado. Hubo tiempo también para charlar tranquilamente de música y de vida… la verdad es que me llevo un recuerdo bien bonito a casa, porque fue fácil y natural. Creo que si el Kike de 16 años viera este vídeo fliparía bastante en colores y eso me pone muy contento…
Que viva el rock y saberse parte de una cadena enorme que a su vez es una red infinita de música, influencia y huella.
