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La post-Semana santa es buen momento para hacer balance y coger fuerzas para lo que se viene. Este 2025 lo estoy sintiendo como adaptación al ritmo de gira. Una nueva experiencia a la que nunca antes me había enfrentado es salir a tocar todos los fines de semana, no tengo ni uno sin música hasta julio. Además llevo ya más de 20 conciertos a las espaldas de esta gira de mis «Cantares de arcilla». Un disco que se hace viejo en mi cabeza mientras es descubierto por otras cabezas como novedad. Creo que hoy día es más complicado si cabe lanzarse a tocar fuera de casa por eso yo lo hago en todas mis versiones posibles y siempre sabiendo que voy rumbo a un bonito barranco sin paracaídas, asumo el riesgo y surfeo la ansiedad que da en este oficio no sentirse atendido. Voy también conociendo la maquinaria de factores que hacen que un bolo salga bien o se convierta en una razón para fustigarse.
En el horizonte se divisan algunas fechas que me hacen especial ilusión. [Como muy poquita gente lee esto, me puedo dar el lujo de anunciar a las cuatro brisitas algunas primicias como que voy a actuar en San Martín del Castañar]. Siempre suelo decir que es el pueblo de mis abuelos, supongo que no tengo el valor de ponerle artículo posesivo porque voy por allí mucho menos de lo que me gustaría. El caso es que en este pequeño (y precioso) pueblo de Salamanca fue donde se gestó este disco que ando presentando por tantos rincones. Creo que he idealizado el mes que me di a mí mismo para maquetar estos 10 nuevos cortes y preparar la parte visual del álbum que nos atañe. La realidad es que sí que fue hace mucho tiempo, ya han pasado tres años desde ese mes de abril y he vivido la grabación y promoción de este disco con un montón de vaivenes pero siempre con la ilusión y el agradecimiento presente por poder estar llevando todo a buen puerto.
Me voy por los ramilletes primaverales y no os termino de contar que actuaré con La Banda Absoluta (reciente nombre que le he puesto a mis fieles e infieles acompañantes musicales) en el Mejillón Rock, un festival que se hace en San Martín del Castañar a finales de junio en el que la música y la comida popular se unen en una jornada para compartir. Otras de las fechas que más ilusión me hacen son nuestras recientes confirmaciones en los festivales Corral Fusión (Cáceres) Sonorama Ribera (Aranda de Duero, Burgos) y Festival de la Luz (Boimorto, A Coruña). Ya he vivido la experiencia de tocar en festivales pero no con estas dimensiones y me apetece mucho ver cómo me enfrento a estas plazas y qué saco en claro de estos momentos. Quiero transmitir toda la magia y el poder que me da a mí tocar con la Banda Absoluta, no me canso de decir que estoy rodeado de unos musicazos increíbles que hacen elevarse mis canciones a la estratosfera.
Pero antes de todo esto da comienzo una gira paralela junto al cantautor sevillano Juan Rodot. Llevamos desde finales del año pasado ensayando para ofrecer un espectáculo conjunto en el que nuestras canciones están arropadas de arreglos de percusión, guitarra y coros mutuos. Está siendo un proceso muy bonito y muy orgánico, me he permitido hacer los carteles a mano mezclando ilustración y collage, hemos cuidado cada corchea de estas adaptaciones y hemos grabado 2 temas a 2 guitarras para que la gente pueda hacerse una idea de lo que va a ver. El primero es Máscaras de Juan Rodot y ya podéis escucharlo en youtube. El segundo es uno mío que aún no hemos desvelado así que si hay alguien al otro lado, que preste atención a las redes porque saldrá dentro de muy poquito.
Dejo por aquí también el cartel de esta gira «Bordillo y Arcilla» que arranca este fin de semana:
Poco más por aquí salvo invitaros a salir de las madrigueras a dejarse sorprender por la vida siempre que se pueda. Prometo que sigo sin ser una I.A.
Mucho ánimo.